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VALENCIA, 3 AGO. (AVAN).- El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha propuesto a las parroquias de los Poblados Marítimos la realización de una peregrinación a la Basílica de la Virgen de los Desamparados con la imagen del Cristo del Grao, que se venera en el barrio del Cabanyal, en donde el Arzobispo presidió la festividad de la Virgen de los Ángeles.
Así, en la homilía que pronunció en misa en la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles del Cabanyal, el Cardenal animó a todos los devotos del Marítimo a tener este gesto de acción de gracias con la Mare de Déu, con cuya imagen estuvo oculto el Cristo del Grao en la Guerra Civil.
La imagen del Cristo del Grao, venerada en la parroquia Santa María del Mar, que llegó en 1411 por mar a los antiguos “Poblados Marítimos” de Valencia, fue salvada de la pira en la que iba a ser incendiada en la persecución religiosa de 1936 junto con sillas y bancos, por un vecino de la avenida del Puerto, y fue guardada en varios domicilios particulares hasta que fue llevada al Ayuntamiento de Valencia.
Allí, en una dependencia del Archivo municipal, “la imagen del Cristo del Grao, en compañía de otras imágenes, pinturas y esculturas, permaneció oculta junto a la imagen de la Virgen de los Desamparados, que también tuvo que salir de su Basílica, y, finalmente, el Cristo del Grao regresó de nuevo a su barrio en mayo de 1940", según ha indicado el director del Archivo de Religiosidad Popular de Valencia, Andrés de Sales Ferri.
La propuesta del Cardenal se enmarca, igualmente, tras la visita pastoral a los barrios valencianos de El Cabañal-Cañamelar, Nazaret, Malvarrosa y El Grao, del distrito Poblados Marítimos, y el barrio de La Punta, que realizó el propio Arzobispo los pasados meses de febrero y marzo.
Igualmente, durante la celebración ayer de la eucaristía, el Arzobispo destacó “dos aspectos peculiares de la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles: la tradición de la figura de L´Òrfena, representada por una mujer del barrio que simboliza la fraternidad, la caridad y la atención por los más necesitados; así como el “perdón de Asís”, la gracia que le concedió el Papa a san Francisco de Asís, “tras implorar el santo el perdón de todos los pecadores”, indulgencia que pueden ganar los fieles tras confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Papa.
La eucaristía fue concelebrada por “sacerdotes del arciprestazgo, antiguos párrocos y sacerdotes nacidos en este barrio y, a continuación, tuvo lugar por las calles del barrio una procesión con la imagen de la Virgen, según el párroco, Jesús Cervera.