Actualidad Fallera
El pasado viernes 9 de noviembre el PSPV celebró una mesa redonda de Les dones en la festa -las mujeres en la fiesta- dentro de la segunda edición de Falles a Debat, unas jornadas que reúne al colectivo fallero para abordar los temas más relevantes de la fiesta.
Pilar Bernabé, responsable de Cultura Festiva de la dirección local del PSPV-PSOE y Sandra Gómez, portavoz del Grupo Municipal Socialista y candidata a la Alcaldía deValència, iniciaron un debate que, como dijeron, buscaba ser constructivo, propositivo, fallero y abierto. Las Fallas tienen que representar esta era de la inmediatez que estamos viviendo y con ella, esta era de la mujer. No pueden quedarse atrás, aseguraban. Resaltaron también la necesidad de situar en el centro a las personas que con su esfuerzo han creado las fallas y de dirigir y participar en las fallas con pasión y trabajo. “Así es como queremos construir las fallas los socialistas, de la mano de las personas que realmente quieren y conocen nuestras fallas”, afirmó Sandra Gómez.
En la mesa redonda, la periodista Amparo Martín, moderó la mesa Les dones en la festa y contó con las intervenciones de Pepa Esbrí, de la falla Somnis; Xelo Salavert, presidenta de l’Antiga de Campanar; Estefanía de Julio, exvicepresidenta de JCF; Julio Torras, de Sant Marcel•lí y Rafa Martí, presidente de El Cid.
Se abrió el debate con la pregunta “¿cómo podemos facilitar la igualdad en las fallas?”, a la que comenzó a responder Rafa Martí y argumentó que es necesario dar el paso, ayudar y apoyar a todas las mujeres, ya que no hay ningún impedimento para ello y deben aportar su visión al mundo fallero. Xelo Salavert aportó a la conversación la dificultad de compaginar una presidencia y Julio Torras defendía que las fallas no habían estado quietas, que la lucha de la igualdad se debería de dar ya por finalizada “yo sigo queriendo ver la mujer dentro de las fallas como algo normal”. Ante esta última opinión se generó un debate con la moderadora, que afirmaba que todavía quedaba mucho camino en esta lucha. Estefanía de Julio sacó a relucir la importancia de analizar qué es lo que impide alcanzar una igualdad, qué es lo que falta, a lo que se respondió con “una educación para los dos”. Para finalizar con la primera ronda de palabra, Pepa Esbrí recalcó la dificultad de llegar a puestos y destacó que el hecho de que las falleras sean consideradas únicamente como figuras representativas es una desventaja, crea un esfuerzo añadido.
A lo largo de la hora de debate se discutió el papel de la mujer en los puestos de trabajo y se llegó al consenso de una necesidad de forzar el equilibrio y de caminar hacia la igualdad. Hay posiciones que sí ocupa la mujer que requieren de un tiempo similar al de una presidencia, pese a que no lleguen a requerir el mismo tipo de esfuerzos, por lo que la conciliación no era el único problema.
Se abordó también la figura representativa de la fallera mayor y se aportó que dentro de un cargo así de importante, debería de tener la capacidad para dar discursos y convertirse en una cargo además de representativo, también participativo. También surgió la idea de acercar la fallera mayor a todos los falleros, ya que es la persona que más inquietudes puede recolectar. Y a raíz de una aportación de incluirla en las asambleas para compartir estos problemas que puedan tener todos los falleros hubo distintas intervenciones del público.
Dentro de estas opiniones las hubo a favor de incluir más a la fallera mayor y hacerla una representante de verdad y también se argumentó que hacer tomar parte a la fallera mayor en asambleas rompería con con una figura que representa a todos los falleros. Ante esta intervención que defendía que la fallera mayor debía únicamente de reinar, Sandra Gómez volvió a pedir la palabra y resaltó que las fallas son un reflejo de la sociedad en las que las mujeres deben tener diferentes puestos de responsabilidad y las mismas oportunidades, así como que se necesita una corresponsabilidad.
Se finalizó la mesa redonda asegurando la plena capacidad de una fallera mayor sometida a unos largos procesos de selección a participar y a dar su opinión, además de animando a no esperar a ese cambio, sino a propiciarlo.